Mossos de la División de Investigación Criminal (DIC) de la Región Policial Metropolitana de Barcelona detuvieron el 3 de febrero a tres hombres que integraban un grupo criminal especializado en robos con fuerza en domicilios. A los tres detenidos, de nacionalidad albanesa y de 20, 28 y 37 años, se les considera los presuntos autores de diez robos en domicilios, tres de ellos en Badalona, otros tres en la Roca del Vallès, y el resto en Barcelona, Argentona, Gavà y Sabadell.
La investigación surgió a raíz de unas identificaciones en el ámbito de la prevención delictiva por parte de efectivos de paisano de Mossos d’Esquadra de la Región Policial Metropolitana Barcelona, durante el pasado verano. Gracias a estas identificaciones previas se pudo relacionar uno de los detenidos en diferentes robos cometidos en Badalona a partir de octubre de 2020 y de otros en diversos lugares de Barcelona y su área metropolitana.
La forma de actuar de los ladrones mantenía siempre el mismo denominador común: accedían a casas adosadas o edificios escalando la fachada y después forzaban las ventanas del domicilio. Se da algún caso donde se encontraron con gente en el interior y, en los casos que no había nadie en el domicilio dejaban una silla detrás de la puerta principal para que no accediera nadie. Una vez en el interior, su objetivo era básicamente dinero así como joyas y relojes que posteriormente los vendían en el mercado negro, con el objetivo de conseguir efectivo y enviar dinero a su país de origen. Habitualmente, los ilícitos se llevaban a cabo durante la tarde, así los ladrones respetaban el confinamiento nocturno establecido por las restricciones para la COVID-19, aunque no atendían el confinamiento municipal vigente.
Este grupo criminal estaba asentado en Barcelona y una vez fijaban sus objetivos utilizaban vehículo propio o incluso transporte público -si no iban en coche, podían mover su pie o en autobús- en función de si actuaban en la capital catalana o alguna localidad del área metropolitana. El grupo tenía roles claramente marcados y diferenciados, donde dos de los integrantes eran los que accedían a los inmuebles y el tercer miembro hacía tareas de conductor. De los dos primeros, uno tiene varios antecedentes por delitos contra el patrimonio en Italia y el otro antecedentes por hurtos al autopista catalanas, con una orden de alejamiento de la AP-7 incluida. El día 2 de febrero los investigadores se enteraron de que uno de los miembros del grupo tenía intención de abandonar el país.
Ante estos hechos se estableció un operativo policial que permitió detenerlo en el Aeropuerto Barcelona-El Prat cuando intentaba coger un avión para abandonar el país. El mismo día se detuvo a los otros dos miembros del grupo y se realizó la entrada y registro en sus domicilios en Barcelona.
Durante el registro se recuperaron diferentes objetos provenientes de los robos, principalmente aquellos que al grupo le había sido más difícil colocar en el mercado ilícito, tales como unas monedas y billetes de coleccionista que habían robado en uno de los domicilios asaltados.
Los agentes también recuperaron ocho relojes, la mayoría de ellos de gama media o alta. Los investigadores continúan analizando los objetos intervenidos para determinar su procedencia. Los arrestados pasaron el 4 de febrero a disposición judicial y el juez decretó su ingreso en prisión provisional.
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