La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha emitido un informe favorable al proyecto de urbanización de los parques de ribera de Canyars y Calamot, dentro del sector del Pla de Ponent. El documento, fechado el 2 de octubre, certifica que el acondicionamiento de la riera de Canyars y del torrente del Calamot reducirá el riesgo de inundaciones tanto en el propio sector como en otras zonas de Gavà —especialmente por debajo de la C-245 y en el ámbito de Els Joncs— y también en áreas de Castelldefels.
Según el informe, la actuación supondrá una mejora clara respecto a la situación actual en materia de inundabilidad. La ACA confirma así los estudios presentados en junio de 2025, que amplían los elaborados anteriormente, y ratifica que las infraestructuras aprobadas en 2008 ya cumplían los objetivos previstos. Los nuevos análisis incorporan datos actualizados de pluviometría, estudios del suelo de cada cuenca hidrográfica y el estado actual del antiguo vertedero del Garraf.


Con las actuaciones previstas, se alcanza la protección del conjunto del sector de Ponent ante avenidas con un periodo de retorno de 100 años, así como del Camí Ral y los entornos de Castelldefels.
La alcaldesa de Gavà, Gemma Badia, ha señalado que el gobierno local es “plenamente consciente del cambio climático y de la mayor frecuencia e intensidad de las lluvias”, y que por ello se decidió actualizar el proyecto de urbanización “para ser aún más cuidadosos”. Según explicó, la primera fase prioriza la canalización y naturalización de la riera de Canyars y del torrente del Calamot, intervenciones que “permiten garantizar la seguridad del sector y del entorno, avanzar en la creación de vivienda protegida y preservar los espacios naturales”.
Badia también se refirió a las preocupaciones manifestadas por el alcalde de Castelldefels, asegurando que “el informe de la ACA confirma que el desarrollo del sector no solo no incrementa el riesgo, sino que mejora la situación actual”. Añadió que el planeamiento urbanístico “corresponde exclusivamente a Gavà” y que “beneficia también a Castelldefels al evitar los episodios de inundabilidad que hoy afectan a esa zona”.
Tras el aval de la ACA, el siguiente paso será la aprobación definitiva del proyecto, prevista para las próximas semanas. Posteriormente, la junta de compensación del sector de Ponent iniciará las obras de los parques de ribera, que se estima comenzarán antes de que finalice el año y tendrán una duración de entre 10 y 12 meses.
La creación de estos parques, que pasarán a titularidad pública, representa una inversión superior a 15 millones de euros, financiada íntegramente por los propietarios del sector. El proyecto prevé la limpieza y renaturalización de los cauces, la eliminación de construcciones degradadas y vertidos incontrolados, la retirada de tuberías de agua y líneas eléctricas aéreas, y la consolidación de márgenes con elementos naturales.
En la parte alta de la riera de Canyars se construirán dos balsas de laminación —de 87.500 m³ y 27.000 m³—, destinadas a almacenar el agua de precipitaciones intensas. En la parte baja, junto a la C-245, se ampliará el canal bajo la vía del tren. También se derribarán dos puentes actuales para sustituirlos por pasos elevados y de fauna.
En el torrente del Calamot se limpiará y reforzará el cauce, se crearán nuevos pasos y se instalará una balsa de 3.800 m³ en el parque del Calamot, junto a la C-245. Más adelante se prevé la colocación de un cajón de hormigón más ancho para mejorar el desagüe.
Las obras permitirán anticipar intervenciones en pasos bajo la C-245 y la vía del tren, y, según la ACA, ofrecerán una garantía de protección ampliada hasta 500 años con las fases posteriores del Pla de Ponent.
En el ámbito ambiental, la Comisión de Seguimiento Ambiental del Pla de Ponent, integrada por el Ayuntamiento y la Generalitat, ya constató en noviembre de 2024 un estado “deficiente” del sector. Las nuevas actuaciones buscan revertir esa situación mediante la renaturalización de los cauces y la creación de corredores ecológicos que compatibilicen la conservación con el uso ciudadano.
El proyecto incluye la mejora de los bosques existentes mediante aclareos selectivos, eliminación de especies invasoras y plantación de ejemplares adaptados al entorno hídrico. Se preservarán todas las especies protegidas y los árboles catalogados, entre ellos los robles de Can Quatre, la encina de los Canyars y los algarrobos del Pla de Canyars y de Can Torrents.
Además, las actuaciones estarán supervisadas por arqueólogos debido a la presencia de las terrazas de Canyars, consideradas patrimonio histórico, y se han informado a la Dirección General del Patrimonio Cultural de la Generalitat.